¿Qué es mejor encontrar una solución efectiva, que resuelva el problema directamente, o crear algo novedoso, distinto y que trate de darle un giro a la propuesta? Este es uno de los dilemas que considero más complejos en el mundo del diseño publicitario y las marcas. Existen dos bandos y cada uno tiene su fundamentación y sus bases; hoy vamos a analizar cada propuesta y ver si de verdad, alguna de las dos opciones es mejor que la otra.
¿Qué es mejor encontrar una solución efectiva, que resuelva el problema directamente, o crear algo novedoso, distinto y que trate de darle un giro a la propuesta? Este es uno de los dilemas que considero más complejos en el mundo del diseño publicitario y las marcas. Existen dos bandos y cada uno tiene su fundamentación y sus bases; hoy vamos a analizar cada propuesta y ver si de verdad, alguna de las dos opciones es mejor que la otra.
No es mentira que, actualmente, tenemos horas y horas de contenido en diferentes plataformas, es tanto, que no podemos consumirlo todo. Estamos la mayor parte del día conectados a algún medio digital, ya sean redes sociales o aplicaciones de streaming; hay tanto ver, tanto que hacer, tanto que leer y tan poco tiempo para todo, ¿entonces cómo le hacemos?, ¿quién consume a quién, nosotros a la información / entretenimiento o ellos son la que se encarga de tener por completo nuestra atención?
Hacer las cosas en piloto automático crea proyectos vacíos, sin sustento y carentes de un backup que sustente a una marca. Una de las frases más clichés del mundo del diseño gráfico, la comunicación, la arquitectura y básicamente, cualquier disciplina es “todo es diseño”. Yo la cambiaría a “todo diseño debe contener una buena estrategia”.
Muchas veces tenemos que desarrollar proyectos o actividades, pero no nos sentimos en las condiciones óptimas para poder desarrollarlo de manera eficaz. Muchas de estas ocasiones nos sentamos frente a la pantalla y las ideas no llegan, entonces, ¿qué podemos hacer en estos casos?
