No es mentira que, actualmente, tenemos horas y horas de contenido en diferentes plataformas, es tanto, que no podemos consumirlo todo. Estamos la mayor parte del día conectados a algún medio digital, ya sean redes sociales o aplicaciones de streaming; hay tanto ver, tanto que hacer, tanto que leer y tan poco tiempo para todo, ¿entonces cómo le hacemos?, ¿quién consume a quién, nosotros a la información / entretenimiento o ellos son la que se encarga de tener por completo nuestra atención?
Te está escribiendo un gran fanático del cine, las series, los podcasts, los libros y la música, sobre todo del cine y medios audiovisuales. Todo el día estoy consumiendo algún contenido, ya que es parte de mi trabajo y debo estar actualizado contantemente con las tendencias, además de disfrutar de mis momentos de ocio con algún programa, juego o largometraje. Sin embargo, el año pasado sentí que consumí más contenido del que yo fui capaz de generar; disponía mucho de mi tiempo a estar en las plataformas, incluso veía cómo muchos de los artistas y productores de los que soy fan subían tutoriales, recomendaciones o recursos y siempre decía: después, ahorita estoy ocupado. Nunca había tiempo para nada.
Consumir contenido está bien y es una necesidad para las personas que nos dedicamos al área de la creatividad; es mentira eso de que las ideas vienen de la nada. En realidad, entre más diversifiquemos nuestras referencias, mayor va a ser el alcance de nuestra abstracción. Pero debemos poner límites, no podemos estar la mayor parte del día consumiendo contenido, guardando información y todo para luego desecharla por no haberla aplicado.
La mayor virtud de un creativo es que nosotros producimos contenido, somos capaces de contar nuestras propias historias, de desarrollar nuestros propios artes y de crear todo lo que se nos venga a la cabeza. Es bien sabido que el talento es una gran herramienta, pero depende en gran medida de la disciplina para cultivarse día con día.
Mi consejo de esta semana va más allá de sólo aprender a organizar tu tiempo, se trata de modificar la forma en que vemos a los contenidos. Dedícale la cantidad de minutos necesarios a consumir los contenidos que te enriquezcan de cualquier forma, que te hagan aprender o simplemente relajarte cuando lo necesites. Pero ten cuidado, ya que también debes disponer del tiempo suficiente para aplicar tus aprendizajes e inspiraciones. Ejecútalos siempre con la mentalidad de que, si sigues produciendo, algún día serán miles o millones de personas las que estarán buscando consumir todas tus creaciones.
Recuerda siempre producir lo suficiente para volverte el mejor en lo que haces.
Prueba incluso con salir de tu zona de confort; si eres bueno para la ilustración digital trata de probar técnicas artesanales, si eres bueno en la fotografía prueba hacer vídeo. Ve en busca de nuevos medios y acércate a las personas que los dominen, sé humilde, aprende de ellas y absorbe cada uno de los consejos que ellos te puedan brindar; a fin de cuentas, los creativos somos una comunidad. Somos esos soñadores que se atreven a crear mundos, a explorar universos y jugar con la realidad a su antojo.
Si empiezas a producir más de lo que consumes, no sólo tus técnicas y tu nivel de ejecución serán más profesionales, sino que ayudarás a preservar tu esencia a compartir tu visión de la vida con el mundo. Podrás compartirte con todos. Consume lo necesario y lo que te nutra, desecha lo que no te deje nada bueno y aplícate hasta convertirte en el creativo que siempre has querido ser.
Nos leemos el siguiente viernes.
Luis Fernando Melacio Moreno
Brander y Creativo.
2022